Tan importante como revisar a fondo el vehículo tras pasar el periodo de vacaciones es hacer una revisión del estado de las escobillas limpiaparabrisas, para cerciorarnos de un funcionamiento óptimo de las mismas de cara a posibles situaciones meteorológicas adversas que puedan surgir durante el invierno (lluvia, nieve,granizo..).
Las temperaturas excesivamente altas a las que han sido sometidos los vehículos en verano contribuyen sustancialmente al deterioro del coche haciéndole más vulnerable ante cualquier imprevisto. Por ello es imprescindible hacer un chequeo general del coche así como reforzar los elementos de seguridad vitales, entre ellos la escobilla limpiaparabrisas, que juega un papel esencial para asegurar la visibilidad y seguridad en la conducción. Tan sólo el 7% del tiempo de conducción se tienen activados, y son un 18% los accidentes mortales que se producen en condiciones de lluvia.
¿Cómo identificar que se tienen que cambiar las escobillas del coche? Si se nota que el cristal está empañado, hay zonas que quedan sin limpiar, saltos o ruidos en el barrido, estrías en la escobilla,o como norma general cada 12 meses, ya que la lámina de caucho está en continuo desgaste por las condiciones climáticas y su funcionamiento deja de ser óptimo.
Para un diagnóstico definitivo, si el testigo de desgaste se vuelve amarillo es un indicio claro de que hay que reponer la escobilla. La época del año más recomendada para hacer el cambio es en otoño, ya que llegarán completamente nuevas a la época de mayor uso.